2 jul 2023
Esta curva se utiliza para predecir la vida útil restante de un componente o sistema y planificar actividades de mantenimiento de manera más eficiente.
La curva DIPF (Deterioration-Induced Predictive Failure) es una representación gráfica que muestra la relación entre el deterioro de un activo o equipo y el tiempo hasta la falla potencial. Esta curva se utiliza para predecir la vida útil restante de un componente o sistema y planificar actividades de mantenimiento de manera más eficiente.
La curva DIPF se basa en la idea de que los activos o equipos tienden a experimentar un deterioro gradual a lo largo del tiempo antes de alcanzar un punto crítico que lleva a una falla. La curva muestra cómo el nivel de deterioro se acumula a medida que pasa el tiempo, y cómo este nivel de deterioro se relaciona con la probabilidad de que ocurra una falla.
Para construir la curva DIPF, se recopilan datos históricos sobre el rendimiento y la condición de los activos, junto con información sobre las fallas pasadas. Estos datos se utilizan para identificar patrones y correlaciones entre el deterioro y las fallas. A partir de estos análisis, se puede construir una curva que represente la relación entre el deterioro acumulado y el tiempo hasta la falla.
La curva DIPF proporciona información valiosa para la planificación del mantenimiento predictivo. Permite identificar cuándo un componente o sistema alcanzará un nivel de deterioro crítico y cuánto tiempo queda hasta que eso suceda. Con esta información, los responsables del mantenimiento pueden programar las actividades de mantenimiento de manera proactiva, evitando fallas inesperadas y minimizando el tiempo de inactividad no planificado.
Es importante tener en cuenta que la curva DIPF es específica para cada activo o equipo y puede variar según las condiciones de operación y los factores ambientales. Por lo tanto, es necesario recopilar datos y realizar análisis periódicos para actualizar y ajustar la curva DIPF a medida que cambian las circunstancias.